Un patrón similar. Un discurso del presidente del Gobierno revestido de solemnidad, el subrayado de que la situación es "compleja", "difícil", y que no cabe "maquillarla", el mensaje de "confianza" en la resistencia de la economía española, de esperanza en que la crisis proporcionará nuevas oportunidades, la idea de que no se aplicarán las recetas neoliberales del pasado, sino que se buscará la protección de trabajadores, empresas e industrias, la apelación a una Unión Europea que deberá responder con "unidad" y con celeridad. Esos elementos se podían leer este jueves en el discurso de Pedro Sánchez de respuesta a la guerra arancelaria lanzada por Donald Trump la noche anterior. Y eran los mismos mimbres sobre los que se cimentaban sus intervenciones durante la pandemia del covid-19, durante la espiral inflacionaria consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, tras la dana del pasado 29 de octubre en Valencia, hasta incluso después de la erupción del volcán de La Palma. El jefe del Ejecutivo siente que sabe moverse bien en la gestión de crisis, ya que le permiten mostrar que cabe una salida, la de "eficiencia y equidad", muy distinta a la que figura en los recetarios de la derecha y la que en su momento, repite siempre, aplicó el PP. Una crisis, otra más, que le posibilita situarse a la cabeza y reforzar su imagen y reflotar la de su Gabinete. En esta ocasión, sin embargo, operan dos piezas nuevas: la posibilidad de una entente con los populares, dada la proximidad de sus posiciones, y la proyección del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que se encargará del aterrizaje y explicación de las medidas a los grupos —este jueves mantuvo una primera reunión con el PP— y a las comunidades autónomas.

Sánchez presentó este jueves en una de las salas más nobles del complejo de la Moncloa, la Barceló, su llamado Plan de respuesta y relanzamiento comercial, y lo hizo ante la plana mayor de los sectores más afectados por la amenaza arancelaria de Trump. Una cita a mediodía que había venido precedida, la víspera, de un encuentro con los agentes sociales. El presidente anunció un plan que supone la movilización de un total de 14.100 millones7.400 de nueva financiación y otros 6.700 que proceden de instrumentos ya existentes y que ahora se reorientan—, pero sobre todo tejió un discurso muy político. Como en crisis anteriores, recalcó que el Ejecutivo pondrá toda la carne en el asador para superar este bache que no será indoloro, porque aunque España no exporta demasiado a EEUU, sí que puede verse golpeada por el castigo de Washington a los socios europeos. Trump anunció el miércoles la imposición de un arancel "recíproco" a la UE de un 20% para todas sus exportaciones.

Este Gobierno está presente, asume su responsabilidad, usa todos los recursos del Estado para proteger y ayudar a la gente. Lo hicimos durante la pandemia, la espiral inflacionaria, las danas, y lo vamos a volver a hacer ahora", recalca

"Es cierto que hubo una época en la que el Gobierno de España fue indolente ante las crisis. Una época marcada por dogmas neoliberales del sálvese quien pueda, en la que cuando venían los problemas, el Ejecutivo lo que hacía era ponerse de perfil y se limitaba a decirle a los agricultores, a los empresarios, a la industria, a los trabajadores, a los ciudadanos en general, que tenían que apañárselas solos y aplicar eso que algunos llaman ahora resignación cristiana. Pero esa época pasó —contrastó— y desde que estamos en el Gobierno las cosas son muy distintas. Este Gobierno está presente, asume su responsabilidad, usa todos los recursos del Estado para proteger y ayudar a la gente. Lo hicimos durante la pandemia. Lo volvimos a hacer durante la espiral inflacionaria, lo hicimos durante las danas, y lo vamos a volver a hacer ahora".

Sánchez sacaba pecho de su propio pasado inmediato, de su propia trayectoria. Y no era un pasaje casual. Se volvió a reivindicar unos minutos más tarde. Recordó que en estos casi siete años en la Moncloa ha tenido que tomar decisiones "muy difíciles ante crisis absolutamente inimaginables para todos" y "siempre" las ha afrontado "con la misma actitud", primero "con espíritu de equipo" —y ahí agradeció el trabajo de su "extraordinario" Consejo de Ministros— y después con "vocación de diálogo", "acordando y no imponiendo, como sucedió en el pasado" —nueva alusión al PP—.

El presidente incide en que en las sucesivas crisis el Ejecutivo ha perseguido la "eficiencia y equidad", y ha querido ver "oportunidades donde otros ven solo obstáculos para España y también para Europa"

También con "mirada larga", porque hay que saber ver "oportunidades donde otros ven solo obstáculos para España y también para Europa". Y por último, "con compromiso social, protegiendo a la mayoría de la sociedad, a la clase media y trabajadora, a nuestras empresas, a nuestras industrias, a nuestros autónomos, a nuestra economía social". "Eficiencia y equidad en las respuestas a las sucesivas crisis que hemos ido afrontando". El mandatario socialista incidió en que de esta tormenta comercial debe salirse con "justicia social", "cohesión territorial", "igualdad", "sostenibilidad medioambiental", y cooperación multilateral entre naciones.

"Se le nota la experiencia"

Era evidente que el presidente quería enfatizar su propia marca personal y la de su Gobierno. Refrescar en la memoria de los ciudadanos la gestión de las anteriores crisis. "Creemos que los ciudadanos ven en él ese líder que sabe afrontar crisis. Así que sí, esto le refuerza en momentos de turbulencias —admiten a este diario fuentes de la Moncloa—. Nosotros hacemos cosas, reaccionamos, gestionamos. Es inevitable pensar que nos viene bien que el ciudadano recuerde que tiene a un buen gestor y a un líder al frente. Un presidente que le saca de los apuros cuando vienen dadas. La estrategia del PP de emponzoñar la discusión política con cosas pequeñitas, con temas judiciales o con política doméstica nos desdibuja. El escenario que se abre desde hoy es claro, con un problema concreto. Y tenemos un escenario internacional en el que Pedro se mueve bien. Y nos permite remarcar una imagen de solvencia". "Le veo muy bien. Muy templado. Y se nota la experiencia", conviene un relevante ministro.

En la Moncloa apuntan que la estrategia de "emponzoñamiento" del PP "desdibuja" la acción del Ejecutivo, pero la guerra comercial devuelve a Sánchez al escenario internacional, en el que se mueve bien

La puesta en escena estaba también más que buscada. Sánchez tenía delante a empresarios y sindicatos con los que, tras el acto, pudo departir sin cámaras delante. La Moncloa persiguió cierto aire de solemnidad y el discurso estaba pensado no solo como un mensaje del presidente al país, sino "al resto de Europa". "Para infundir tranquilidad y confianza y para demostrar fortaleza de Estado, firmeza. Queremos proyectar que somos más fuertes de lo que pensamos, que Europa lo es, que hay que sacar orgullo", explican los colaboradores del jefe del Ejecutivo. Eso es lo que traslada, de hecho, la campaña lanzada al arranque del acto y que a partir de ahora correrá por los medios. Un spot diseñado por la Moncloa —no por una agencia externa— y con un eslogan cargado de patriotismo, elocuente y hasta arriesgado: "Nuestros valores no están en venta. Nuestros productos y servicios, sí. Compra lo tuyo. Defiende lo nuestro".

El líder socialista puso cuidado en contrastar su salida con la de la derecha y, sobre todo, con ese nuevo orden mundial que quiere instaurar Trump y que sigue fielmente la ultraderecha de todo el planeta. Procuró así desmontar el regreso de lo que los economistas llaman el pensamiento de "suma cero", la idea de que las ganancias de unos significan las pérdidas de otros, que una mayor dignidad laboral es contraria al interés de los empresarios. Ese juego de suma cero que, a su juicio, encarna la política deshumanizadora de Trump, que supone la vuelta a un "proteccionismo del siglo XIX" que no es, siguió, una forma "inteligente" de encarar los desafíos del siglo XXI en un mundo "totalmente interconectado". Esta vez, Sánchez sí citó en varias ocasiones —hasta cuatro— al presidente norteamericano por su nombre, algo que hasta ahora no hacía precisamente para evitar sus represalias. Y le dijo que sus aranceles no son "recíprocos", porque "no es cierto que la UE" aplique unos impuestos del 39% a EEUU. Los aranceles europeos, le corrigió, son de apenas el 3%. Como tampoco es verdad, añadió, que la balanza comercial UE-EEUU esté desequilibrada. Está "prácticamente a la par". La relación España-EEUU sí es claramente deficitaria para nuestro país: importamos más de lo que exportamos (España vendió a Washington mercancías por valor de 18.179 millones de euros, y compró 28.192 millones, luego el déficit es de 10.013 millones), y aunque se ha elevado el peso de las exportaciones españolas a EEUU, solo representan el 0,8% del total de importaciones norteamericanas (24.077 millones de dólares), según datos del Ministerio de Economía.

Hubo más críticas a Trump en el discurso de Sánchez: sus aranceles son "solo una excusa para castigar países, aplicar un proteccionismo estéril y recaudar para tratar de mitigar el déficit que está causando una política fiscal más que cuestionable. Nadie se va a beneficiar de esto. Nadie", insistió, para a continuación instar al político republicano a que "recapacite" y negocie con Bruselas y con el resto del mundo. EEUU "es un pueblo amigo, un pueblo aliado", pero ni España ni Europa se quedarán "de brazos cruzados" si Washington no da marcha atrás. La UE, subrayó, reaccionará "con proporcionalidad, con unidad y con la fortaleza" que da el ser el primer bloque comercial del mundo.

Sánchez esta vez sí cita a Trump por su nombre, desmiente sus datos, le reprocha que use aranceles para "castigar países" y aplicar un "proteccionismo estéril". Le insta a que "recapacite"

Al paraguas europeo se sumará, dijo, el paraguas español. El plan de respuesta del Gobierno y que se empezará a desplegar de manera inmediata. Como destacan en la Moncloa y en el Ministerio de Economía, el escudo llevaba preparándose semanas, desde que Trump empezó a deslizar que podría emprender una auténtica guerra arancelaria con el resto del mundo. Se han sucedido las reuniones con los sectores y la calibración de medidas.

7.400 + 6.700 millones

En síntesis, los ejes de actuación del Ejecutivo son dos. Los 7.400 millones de nuevos recursos se componen de dos líneas de avales y financiación del ICO, dotadas con 6.000 millones; de un fondo de apoyo a la inversión industrial productiva, de 200 millones y de la ejecución del plan MOVES III, de 400 millones, para ayudar al vehículo eléctrico —prórroga vía decreto ley que ya aprobó el martes pasado el Consejo de Ministros y que será convalidada el próximo 10 de abril en el Congreso—. Además, se activará el mecanismo RED, que permitirá mantener plantillas y ayudar a los empleados de las empresas más golpeadas por la guerra comercial. Se actuará, por tanto, de una forma similar a los ERTE de la pandemia —de nuevo la dosis de recuerdo de la gestión del covid—.

Entre las medidas, 6.000 millones de líneas ICO, un fondo de apoyo a la inversión industrial, el plan MOVES, la activación del mecanismo RED o la recanalización de 5.000 M€ de los fondos europeos

Los 6.700 millones que se reciclan se desglosan de este modo: 5.000 millones que se recanalizan del plan de recuperación, 2.000 millones en seguros de crédito y coberturas de riesgo a la exportación (vía CESCE), 500 millones para el apoyo a la internacionalización de las pymes, y una cantidad por definir para un plan del ICEX que ayude a los sectores afectados a afianzar su posición en EEUU.

Fuentes gubernamentales ya avanzaban a última hora de este jueves que las medidas anunciadas se aprobarán previsiblemente el próximo martes, 8 de abril, en Consejo de Ministros, y algunas deberán ser convalidadas por el Congreso. En principio, se baraja que pueda darse luz verde "a más de un real decreto ley", aparte del que contiene la prórroga del MOVES III y que recibirá el visto bueno parlamentario el jueves 10. En el Ejecutivo no esperan que haya "mayor problema" para convalidar todas aquellas medidas que se lleven al Parlamento. "La gran pregunta es qué hará el PP, que pacta con Vox, el partido que está a favor de las medidas de Trump", añaden en la Moncloa.

Las medidas anunciadas se aprobarán previsiblemente el martes en el Consejo de Ministros y algunas de ellas tendrán forma de decreto ley y deberán ser convalidadas por el Congreso

Sin embargo, por ahora, desde Génova han salido señales de buena disposición. Y en el equipo del presidente las aprecian. Más aún, consideran "razonable" la posición fijada por Alberto Núñez Feijóo. "Es que su posición es jodida. Nadie entiende esto. Y su socio potencial es el pagafantas de Trump", ilustra un miembro del Consejo de Ministros. El jefe de los conservadores se afanó en poner tierra de por medio con la ultraderecha y consideró una "mala noticia" los aranceles de Trump. Pidió una estrategia de país "única y coordinada" y también coordinada con las comunidades autónomas. "Eso fue lo que el presidente anunció", se felicitan en el Ejecutivo.

No a las "divisiones impostadas"

Y es que Sánchez anunció ese plan de respuesta, pero también hizo un llamamiento a los grupos parlamentarios para que trabajen "codo a codo" con el Gobierno y con el resto de instituciones y con los agentes sociales. Porque ante este "ataque arancelario" con EEUU no caben "divisiones impostadas, ni tampoco cálculo político". "Si queremos superar este desafío, tenemos que ir todos a una. En España y en Europa, defendiendo lo que es nuestro, como lo que somos, un gran país en un gran continente", concluyó. El jefe del Ejecutivo pedía adhesión de los partidos a su programa.

En el Ejecutivo ven "razonable" la posición del PP y alaban su coincidencia general con Sánchez. La reunión de Bravo con Cuerpo es "cordial". El ministro comparecerá en el Congreso el próximo miércoles

La labor de explicación y despliegue correrá a cargo del ministro de Economía. Sánchez se encargó de proyectar su figura. Enormemente. Él será el interlocutor con los grupos, con las comunidades autónomas y dirigirá la acción desde el Gobierno, al liderar una comisión interministerial de nueva creación, la de Respuesta y el Relanzamiento Comercial. Ayer jueves por la tarde se reunió durante algo más de hora y media con el equipo económico del PP, liderado por Juan Bravo. Este viernes, será el turno de casi todos los demás grupos: Sumar, ERC, PNV, Junts, BNG y Coalición Canaria. Los restantes quedarán para la próxima por razones de agenda. Quien queda excluido de la ronda es Vox.

"Mantendremos el cordón sanitario, en esta ocasión más que nunca, dado el apoyo de Santiago Abascal a Trump y sus políticas", justifican en la Moncloa. Además, Cuerpo comparecerá el próximo miércoles, 9 de abril, ante el pleno del Congreso para exponer todas las medidas. El Gobierno quiere trasladar la imagen de agilidad, de reacción rápida.

Desde el PP agradecieron el "trato cordial" del ministro, aunque vieron la reunión "superficial en el fondo", porque emplazó a su exposición en la Cámara baja de la semana próxima. Pero no hubo portazo, y eso ya era mucho, toda vez que la relación entre los dos grandes partidos está muy rota.

Cada vez que Feijóo ha intentado hacer política de Estado los suyos le han llevado al rincón. Ojalá siga así: vienen momentos difíciles y necesitamos un PP que haga oposición de Estado", dicen en el Gobierno

"Con este Feijóo podríamos hablar mucho", se alegran en la Moncloa. Pero en el Gobierno creen que la actitud del PP será pasajera. Por eso creen que esta crisis reforzará más a Sánchez: "Cada vez que Feijóo ha intentado hacer política de Estado los suyos le han llevado al rincón. Ojalá que siga así, porque vienen momentos difíciles y necesitamos un PP que haga oposición de Estado. La pregunta es si su ala más radical, la de Ayuso, además de Vox, se lo van a permitir, porque vamos a ir al Congreso y quien le va a sacar los colores al PP será Abascal. No está tan clara su estrategia". En el círculo del presidente explican que si esta vez no ha habido llamada al jefe de los populares es porque se ha decidido que el diálogo se canalice a través de Cuerpo, y porque ambos líderes despacharon juntos el pasado 13 de marzo, esta vez a cuenta de la política de defensa, "y aquello acabó como acabó", con un fuerte desencuentro entre ambos. Otra vez.

La supuesta "factura" a Montero

El PP ha deslizado que la promoción de Cuerpo debe leerse como una caída en desgracia de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, a quien podrían haberle "pasado factura" sus "excesos verbales" del pasado fin de semana, por sus palabras sobre la sentencia absolutoria de Dani Alves y sus críticas a la universidad privada. En la Moncloa rechazan radicalmente esas conjeturas y subrayan que él no deja de ser el ministro de Economía, Comercio y Empresa y el responsable de la interlocución con Bruselas, por lo que su liderazgo en esta carpeta está más que justificado.

El presidente quiere "empoderar" a su ministro de Economía, pero no en detrimento de Montero, "en ningún caso". "Es un hombre al que Sánchez valora muchísimo", señalan en la Moncloa

Pero también hay detrás una decisión de Sánchez: "Es un ministro nuevo [llegó al cargo a finales de 2023], ha salido ya en varias ruedas de prensa en las últimas semanas. Y sí, hay una voluntad de empoderarle. Esta es una magnífica oportunidad y él lo explica bien, y torea mejor. En ningún caso esto va en detrimento de María Jesús. Antes teníamos en Economía a Nadia Calviño y necesitamos tener una figura potente ahí. Carlos es un valor en alza y un hombre al que el presidente valora muchísimo. Él saldrá reforzado". Cuerpo tiene otra virtud, según lo describe su equipo: el "talante". Además del "papel equilibrador" del ministerio.

Sánchez busca, pues, una nueva reinvención. Capitalizar esta crisis para impulsarse a sí mismo y a su Gobierno. Porque se siente seguro en el terreno que pisa, pese a que podría ser resbaladizo, porque otras tempestades sí se han llevado por delante a otros líderes o los ha dejado muy maltrechos, como ha ocurrido con el president valenciano, Carlos Mazón, con la dana. El jefe del Ejecutivo cree que la guerra comercial con Trump le proporcionará oxígeno. También relato en una legislatura con muchos comienzos y un carrusel de acontecimientos.